Inteligencia emocional en mujeres.

¿Qué es la inteligencia emocional?

Se oye mucho hablar de inteligencia emocional y se suele asumir que la inteligencia emocional en mujeres es mayor que en hombres. Pero ¿es esto cierto o es otro estereotipo de género más?.

Empecemos por ver de qué hablamos exactamente cuando hablamos de inteligencia emocional. La inteligencia emocional es la capacidad que tenemos de identificar y gestionar emociones propias y ajenas para adaptarnos eficazmente. Según Mayer y Salovey (1997), esto incluiría la habilidad de percibir y expresar sentimientos y la de  la de regular y generar emociones que faciliten nuestro pensamiento. Dicho de otras manera, sería la capacidad de utilizar nuestras emociones y las de otr@s para aprender y movernos mejor en el mundo.inteligencia emocional mujeres

¿Por qué y para qué necesitamos la inteligencia emocional?

Muchos de los problemas de estrés, de ansiedad o depresión están relacionados con la inteligencia emocional. Tienen que ver con la capacidad de las personas para afrontar inteligentemente situaciones emocionales de la vida diaria.

Obviamente la IE (inteligencia emocional) no resuelve nuestros problemas como si fuera una varita mágica. La inteligencia emocional no va a evitar que discutas con tu pareja o con tus amistades. Tampoco que tus hij@s hagan lo que les dices. Pero disminuye el desgaste psicológico y te permite afrontar mejor las dificultades que encuentras en la vida.

 ¿Es mayor la inteligencia emocional en mujeres que en hombres? ¿Somos diferentes en cuanto a inteligencia emocional unos y otras? 

A las mujeres siempre se nos ha considerado el género más “emocional”. Los estereotipos de género para nosotras incluyen que nos emocionamos fácilmente y que somos más intuitivas. También se suele considerar que sabemos rápidamente lo que está sintiendo otra persona, somos más empáticas. Y por supuesto expresamos más las emociones, hablamos más de sentimientos. En definitiva: que somos más expertas que los hombre en cuanto a emociones y a inteligencia emocional, etc.

 Pero,  ¿qué hay de cierto en todo eso?

A pesar de que hay evidencias de que por lo general las mujeres tenemos un mayor índice de inteligencia emocional que los hombres, los resultados varían en función del instrumento de evaluación que se utilice:

  • En cuestionarios o medidas de autoinforme se han encontrado resultados distintos:
    • No hay diferencias entre hombres y mujeres.
    • Hay diferencias claras a favor de la mujer.
    • Hombres destacan en unas cosas y las mujeres en otras.

Esto último se refiere a que  las mujeres tendríamos mejores resultados en atención emocional y empatía. Los hombres tendrían mejores resultados en regulación emocional.

  • En medidas de ejecución o pruebas de habilidad:  Los estudios realizados determinan diferencias significativas en IE (inteligencia emocional). En estas pruebas hay una clara predominancia por parte de las mujeres frente a los hombres.

Las conclusiones que se sacan de los diferentes estudios es que sí hay diferencias en cuanto a la inteligencia emocional en hombres y mujeres. Pero esas diferencias seguramente tienen que ver con su socialización emocional y se están diluyendo a medida que la educación emocional se va haciendo más igualitaria.

Un dato curioso:

Las mujeres presentaban mayores índices de IE que los hombres, sin embargo,  su autopercepción en estas competencias tiende a ser más baja que la de los hombres. Y por contra, los hombres informaron de una inteligencia emocional superior a la que posteriormente ejecutaron.  Curioso, ¿no?

¿Las mujeres nos ponemos más nerviosas cuando nos evalúan? ¿Tenemos peor concepto de nosotras mismas del que debíamos? ¿Reconocer nuestras virtudes está mal visto y preferimos pasarnos de “humildes” que no ir de “sobradas”?.

Seguiremos hablando en otras entradas del blog  de la inteligencia emocional y de las diferencias en la socialización emocional en  niñas y niños. Veremos con más detalle algunas diferencias en competencias de Inteligencia Emocional por géneros.

 
Fuente:  Informe de Trinidad Sánchez-Núñez (Universidad de Castilla- La Mancha) , Pablo Fernández-Berrocal (Universidad de Málaga) y cols. publicado en  Revista Electrónica de Investigación Psicoeducativa. ISSN. 1696-2095. Nº 15, Vol 6 (2) 2008, pp 455-474.

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