El señor Gallardón lanza una novedad en su proyecto de «innovar» en la interrupción voluntaria del embarazo: quiere eliminar el supuesto que incluye la malformación del feto como motivo legal para abortar.
Enseguida se llenan los programas de la tele con niñ@s Down y sus familias asegurando que llevan una vida normal (¿a qué le llamarán una vida normal?), y gente hablando de eugenesia.
No vamos a debatir sobre estos conceptos. Cada un@ verá qué quiere para sí mism@ y para sus hijas e hijos.
La cuestión, desde nuestro punto de vista, es, que esta novedad se lanza como una cortina de humo para que se hable de esto en lugar de seguir hablando del retroceso que supone una ley de supuestos, (en la que, por cierto, el primero, que es el de que la salud psicológica o física de la madre esté en riesgo, sigue estando vigente, así que se podrán acoger a ese supuesto las mujeres cuyo feto sufra malformaciones), en lugar de una ley de plazos como la actual. También, para que cuando se apruebe la ley de supuestos, todas y todos estemos más tranquilas pensando que podría haber sido peor. Es decir, es una manera de negociar a la baja los derechos de las mujeres y con eso no se regatea, señor Gallardón.