Una mujer que no se gusta a sí misma no puede ser libre y el sistema se ha preocupado de que las mujeres no lleguen a gustarse nunca.
Esta frase es de Beatriz Gimeno. Refleja varias realidades en una: no gustarte hace que no seas libre, pero además es muy rentable económicamente y al sistema le interesan las dos cosas. Así es cómo se usa la publicidad contra la autoestima de las mujeres.
Y es que las mujeres somos constantemente bombardeadas por mensajes de publicidad que aparentemente sólo quieren vendernos un producto, pero hacen algo más que eso: transmiten y asientan conceptos sobre las mujeres.
En esta entrada de su blog, May Serrano expone muy bien (con sus correspondientes videos), los mensajes que recibimos las mujeres cuando llegamos a casa después de trabajar y relajarnos un poquito delante de la tele. Nosotras os dejamos aquí una reproducción (con adaptaciones) del texto original:
Una docena de mensajes negativos sobre mi cuerpo:
1. Huelo mal. Al parecer estamos mal hechas y nuetra vulva o nuestra menstruación huelen mal. Menos mal que han inventado unos geles, o compresas con nanotecnología que lo «corrige».
2. Soy estreñida.
3. Estoy reseca. No importa la edad que tenga, porque el problema pasa de madres a hijas y lo más normal del mundo es que tenga picores y no tenga la capacidad de crear moco cervical, aunque mi cuello uterino y mi ciclo menstrual estén diseñados para ello.
4. Soy gorda. No importa mi talla real, ni mi constitución, ni cómo me alimente. ESTOY GORDA, ¡que no me entero! así que ya estoy comprando estos cereales que harán que adelgace solo con mirar la caja.
5. NO bebo bastante agua.
6. Estoy vieja. (Y eso es malo, porque lo más de lo más es la adolescencia??? ) No importa la edad que tenga, tengo arrugas, estoy flácida, ¿no querré ver como pasa el tiempo por mi cuerpo verdad? No pasa nada me compro esta maravilla (parece que te vendan un túnel del tiempo en vez de una crema): Máxima eficacia antiedad. Ahí lo dejo.
7. Tengo pérdidas. O sea, que me lo hago encima. Resulta que “cuando llego a una edad” lo más normal del mundo es mearse encima. No pasa nada porque me puedo poner estas maravillosas compresas para esas pequeñas pérdidas. ¡Ay, que no han pensado en nada cuando diseñaban el cuerpo de la mujer!!
8. Tengo gases. Claro, como soy una princesita y no me tiro pedos pues… tengo gases y me duele la tripita, pero no pasa nada. Como no tengo la función de eliminar gases programada me tomo una de estas pastillitas y… ¡se esfuma!
9. Estoy en peligro si sudo. Una mujer de verdad no suda. Debe ser que nuestro sudor es radioactivo. Menos mal que si me pongo este desodorante que me ofrece PROTECCIÓN constante nada me pasará…
10. Tengo varices. Tengo las piernas llenas de varices, cansadas de estar todo el día de pie… en vez de sentarme y descansar y dejar que mi cuerpo se recupere que podría hacer si no fuera una mujer tan mal hecha, me pongo esta cremita y a seguir produciendo…
11. Soy fea. «Pero tranquila, que te podemos ayudar con tu caso” como diría Alicia Senovilla en el Diario de Patricia. Un corta y pega y te convertimos en una belleza…
12. Y además de todos estos defectos soy un rollo. Aquí los colegas de Fanta que ponen a las mujeres en el papel de malas.
Pues señores, tienen razón NO SOY PERFECTA. Cuando me levanto por la mañana no me parezco en nada a cualquiera de las portadas de las revistas, a veces paso un par de días sin ir al baño. Después de vacaciones siempre he conseguido acumular unos kilos de más y hay días en los que me duelen las piernas…
Pero mi cuerpo funciona perfectamente, lo escucho y me doy el tiempo que necesito para descansar, para comer bien, para respirar y soltar. Mi cuerpo de mujer NO tiene deficiencias de diseño, tiene algunas averías por uso y me encanta que el tiempo deje huella por él.
¿Qué os ha parecido? ¿Os habeis identificado? ¿No habeis pensado alguna vez que estabais mal hechas? ¿Pensais que a los hombres se les dan «consejos» para resolver «sus problemitas de fabricación»? Y no me estoy refiriendo sólo a los físicos.
Si te gusta leer revistas “femeninas” te recomendamos que le eches un vistazo a estas revistas digitales: Proyecto Kahlo y Píkara Magazine. No encontrarás mensajes estereotipados sobre mandatos de género ni negativos sobre tu cuerpo y te ayudarán a quererte tal y como eres, además de darte información y hablarte de otras muchas cosas interesantes (pero de verdad).