La Jonquera, España – Ella esperaba trabajar en un hotel. Pero cuando Valentina llegó aquí­ hace 2 meses desde Rumanía, el hombre que le ayudó a venir (un hombre que ella consideraba su novio), le dejó claro que el trabajo era en el arcén de la carretera.

Le amenazó con pegarle y matar a sus hij@s si no obedecía. Así que se quedó cerca de la rotonda, peinada con una coleta   grasienta, cobrando 40$  por un polvo, 27$ por sexo oral.

«Para mí­, la vida ha terminado», dijo ella al finalizar la jornada, mientras le caían las lágrimas por la cara. «Nunca olvidaré que he hecho esto».

La Jonquera solía ser una ciudad tranquila en la frontera, donde los camioneros descansaban y los franceses vení­an a buscar cerámica pintada a mano barata, y artículos de cuero. Pero ahora, la prostitución es el gran negocio aquí­, como lo es en otras partes de España, donde la prostitución es legal.

Mientras la economí­a del resto de España tiene problemas, los expertos dicen que la prostitución (la mayorí­a de ella relacionada con el tráfico de mujeres extranjeras) está en auge, surgiendo negocios a la luz pública en pueblos, y grandes ciudades. La policí­a ha rescatado recientemente a una mujer rumana de 19 años, cuyos traficantes le habí­an tatuado en la muñeca un código de barras con la cantidad que ella supuestamente les debí­a, más de 2.500$.

En el pasado, la mayoría de los clientes eran hombres de mediana edad. Pero el auge ahora, dicen los expertos, es debido a la demanda de los jóvenes, (muchos de ellos van a la Junquera en «ofertas de fin de semana») aprovechando que es barato y que no están lejos.

«Los jóvenes solían ir de discotecas»-dice Francina Vila i Valls, Concejala de Barcelona de Mujer y Derechos Civiles del Ayuntamiento de Barcelona,-«Pero ahora van a burdeles. Es  sólo otra manera de entretenerse, para ellos».

Hay pocos datos fiables sobre el tema. El informe estatal de 2010 sobre la trata dice que entre 200.000 y 400.000 mujeres trabajan en la prostitución en España. El informe decí­a que el 90% de ellas eran traficadas. Pero fuentes policiales afirman que sea cual sea el número de ví­ctimas, está creciendo. Miles de mujeres son forzadas a trabajar (cada vez por menos dinero, a causa de la crisis), en cualquier lugar, sofisticados clubs, apartamentos privados, polígonos industriales, o carreteras solitarias.

Europa empezó a ser consciente del problema del tráfico de mujeres en los 90, cuando mujeres de la antigua Unión Soviética empezaron a llegar masivamente, y se ha dedicado la última década a desarrollar marcos legales donde encuadrar el problema. Algunos expertos dicen que esta década pondrá a prueba el compromiso de Europa con la aplicación de esos marcos legales.

Hasta 2010, España ni siquiera tenía una ley que diferenciara la inmigración ilegal, y el tráfico de personas para la explotación laboral, de la trata de mujeres para explotación sexual. Los arrestos de traficantes y los servicios de atención a mujeres traficadas eran escasos. Según fuentes del Ministerio Fiscal español,en 2010, 202 personas fueron acusadas de tráfico de mujeres para explotación sexual y/o delitos afines (182 de ellos eran españoles), de las cuales 80 fueron condenadas. El informe no recoge cuántos de esas 202 personas eran hombres. Respecto a las personas investigadas por estos delitos, que en 2009 fueron 314, 293 eran hombres (93,3%). Y de las 678 investigadas en 2010, hombres eran 377 (55,6%).

Un factor importante para el auge de la industria del sexo en España es el aumento de la demanda en turistas jóvenes. Aunque una parte importante de la demanda es “autóctona”. Un estudio citado por el informe de Naciones Unidas de 2009 dice que el 39% de los hombres españoles admitieron haber pagado por mantener relaciones sexuales al menos una vez. Está ampliamente aceptado en entrevistas de negocio cerrarlas con una cena y una visita a un burdel.

Pero recientemente, dicen entidades expertas, España se ha convertido en un destino frecuente para servicios sexuales. En la Jonquera, escondido detrás de una gasolinera que abre toda la noche, está el recientemente abierto Club Paradise, con 101 habitaciones, uno de los mayores prostíbulos de Europa. Está pensado en gran parte para los jóvenes procedentes de Francia, donde la prostitución está “menos legalizada” que aquí, y donde en cualquier caso es más cara.

Hace poco, un joven parisino, que estaba alardeando delante de sus amigos de sus proezas sexuales en el aparcamiento del Club Paradise, dijo: “Las mujeres no dijeron nada de estar siendo forzadas a tener sexo”. “Podría ser”-dijo- “pero yo diría que se lo estaban pasando bien”.

Hace 30 años, prácticamente todas las prostitutas en España eran españolas. Ahora, casi ninguna lo es. Asociaciones y fuentes policiales, dicen que la mayoría de las mujeres están controladas por redes ilegales -son las esclavas de hoy en día.

Las redes varían enormemente, y cambian constantemente. Algunas son redes muy pequeñas, de Euroa del Este, como la que controla a Valentina. Otras tienen un alcance mayor, como las organizaciones nigerianas que empezaron a surgir en España en la última década. El subinspector Xavier Cortés Camacho, jefe de la unidad regional contra la trata de personas en Barcelona, dijo que los grupos nigerianos traen mujeres a través del norte de África hasta España, y las controlan amenazándolas con violar o matar a sus familiares en su lugar de origen.

Hasta hace poco, la policía en Barcelona ni se había dado cuenta de que las mafias Chinas estaban presentes en la ciudad. Entonces, empezaron a darse cuenta de que cada vez había más y más anuncios de mujeres chinas, japonesas y koreanas, -todas ellas chinas en verdad- trabajando en una red de unos 30 burdeles. Las condiciones “laborales” eran brutales, según el subinspector Cortés. En escuchas telefónicas realizadas, “les hemos oído quejarse de que necesitaban descansar, que les dolía mucho. Pero tenían que seguir trabajando. Una mujer se suicidó después de descubrir que había contraido el VIH”. Algunas de las mujeres son vendidas a las redes por sus familias, según Cortés. La policía intervino en un caso en el que traficantes colombianos pagaban 650$ al mes a la familia por su hija. Ella consiguió escapar, pero cuando contactó con su familia, le dijeron que volviese a la red o mandarían a su hermana pequeña en su lugar.

De las 1.605 mujeres identificadas en 2010 como víctimas de traficantes, aproximadamente el 30% eran de la zona de Los Balcanes. Muchas cuentan una historia parecida a la de Valentina, quien esperaba ahorrar el dinero suficiente en España para construirse una casa y vivir en paz con sus hijos/as. Hasta ahora, ha ganado un poquito más de 2000$, pero se lo han quitado todo. “Dicen que como demasiado”, dice ella. “Se enfadan si me compro alguna bebida”.  Mientras, su móvil no dejaba de sonar, y su novio le seguía amenazando.

La visibilidad de la prostitución se ha convertido en un tema polémico en España. Se discutió sobre la eliminación de anuncios de prostitución en los periódicos, pero sigue siendo legal y estos anuncios siguen apareciendo en algunos de los periódicos más leídos. Después de que el año pasado, un periódico de Barcelona publicase una serie de artículos sobre actos sexuales realizados a plena vista cerca de Las Ramblas, el Ayuntamiento dijo que prohibiría la prostitución en las calles y ampliaría los servicios de atención a mujeres prostitutas.

En la Jonquera, la alcaldesa, Sonia Martíncez Juli dice que la ciudad, de unos 3000 habitantes, tiene muy pocos recursos para atender a las mujeres. “Nos sentimos completamente abandonados con este problema”, dijo.

A algun@s polític@s les gustaría que la prostitución fuese prohibida en España, aunque no parece que vaya a ocurrir inminentemente. Muchas asociaciones de mujeres dicen que eso sólo haría que la prostitución fuese clandestina, dificultando todavía más ayudar a las mujeres traficadas.

Por ahora, la prostitución es legal, aunque no esté regulada en España. Pero el proxenetismo es ilegar, por lo que la mayoría de burdeles, como el Club Paradise, operan como hoteles. Le cobran a la mujer que trabaja ahí 90$ al día, pensión completa.

José Moreno, uno de los propietarios, dijo que las mujeres que trabajan allí, lo hacen libremente. “Alguna vez hay algún problema con algún novio”, dijo Moreno hace poco, mientras jovencitas escasamente vestidas empezaban amontonarse en uno de los bares dentro de su club, preparándose para una noche de trabajo. “Pero normalmente se resuelve rápido”.

Algunas semanas antes de la entrevista, sin embargo, Moreno fue condenado a 3 años de cárcel por dirigir una red que introducía ilegalmente en España a mujeres brasileñas para trabajar como prostitutas, aunque ha recurrido la sentencia. Las autoridades dicen que las mujeres pueden buscar ayuda, pero muchas son renuentes.

Hace poco, Valentina, hablando en una mezcla de español y rumano, dijo que no sabía bien a quién recurrir. Dijo que ya había ido a Policía Local, pero que le habían dicho que acudiese a los Mossos de Esquadra en Figueres, a casi 25 km de allí. Unos días después, dejó de contestar el móvil, y no había ni rastro de ella en el lugar donde se solía poner en la carretera. El subinspector Cortés, dijo que sí había ido a ver a los Mossos, en Figueres. Sin embargo, en el último minuto, se negó a ir al piso de acogida, y se marchó sola.

Traducción libre,  de Psicología en Femenino, del artículo publicado en el New York Times el 6 de Abril de 2012:  “In Spain, Women Enslaved by a Boom in Brothel Tourism”.