Machismo disfrazado de autoayuda y rivalidad femenina en el trabajo

Recientemente hemos leído frases como estas:

“Las féminas son más complejas a nivel emocional en tanto que dan más vueltas a las cosas”

“Las féminas dan más importancia a ciertos aspectos que no tienen tanto peso”

“Los celos no solo tienen que ver con el mundo de la pareja en donde se puede vivir un amor obsesivo sino que también pueden darse en otros ámbitos de la vida. Por ejemplo, en la amistad o en el ámbito profesional en forma de rivalidad femenina.  ¿Cómo controlar los celos entre mujeres?”

(Leído en: Cinco problemas que agobian mucho a las mujeres y Cinco consejos para acabar con los celos entre mujeres  de la página psicologiayautoayuda.com)

Nos llama la atención la falta de rigor y el machismo en las dos primeras afirmaciones y, respecto a la tercera, el hecho de que sólo se nombre la rivalidad femenina en el ámbito profesional y se obvie la masculina como si esta no existiera.

Así que nos hemos puesto a investigar en internet. Hemos usado el buscador de google como herramienta y nos hemos centrado en los diez primeros resultados de cada búsqueda. Introducimos en primer lugar la frase: Rivalidad femenina en el trabajo. Los primeros resultados recuperan páginas dirigidas a mujeres:  Centro Mujer, en el que no hay una sola referencia ni atisbo de dato contrastable y se trata a las mujeres de envidiosas, y Mujeres que trabajan, que trata el problema de la envidia de las mujeres dándole una dimensión de  problema, al mismo tiempo que reconoce que  “al contrario de lo que suele pensarse, las mujeres no son más envidiosas y competitivas que los hombres. Lo que sucede, según las autoras mencionadas, es que cuando una mujer tiene problemas para reconocer sus propias necesidades y deseos (lo que resulta muy común debido a su educación), “se asusta” cuando ve que otra mujer sí es capaz de hacerlo.” En otro de los resultados aparece un enlace, “Mujeres, belleza y buscar trabajo“, que hace mención a un artículo de 2010,  sobre si las personas agraciadas encuentran trabajo más fácilmente.  En otro artículo, de Women in Management, aunque la autora habla del liderazgo femenino desde una perspectiva feminista,  las afirmaciones que hace al inicio carecen de algún dato o referencia bibliográfica para contrastar. No vamos a mencionar el resto de las entradas para no extendernos demasiado y por considerarlas irrelevantes para nuestro objetivo. Los resultados encontrados para rivalidad mujeres en el trabajo son prácticamente idénticos a los anteriores.

Afinamos más nuestra búsqueda partiendo de la siguiente secuencia: estudio rivalidad femenina en el trabajo. Encontramos páginas que aluden a un estudio realizado en 2012 por investigador@s de España, Holanda y Argentina,  Competición intrasexual en el trabajo: diferencias sexuales en celos y envidia en el trabajo, que aborda las diferencias sexuales en las características del/de la rival que provocan celos y envidia en el trabajo, y cómo se relacionan con la competición intrasexual en ese contexto. Este estudio se  centra en qué factores nos despiertan celos y envidia a unas y a otros, no en comparar si las mujeres somos más celosas y envidiosas entre nosotras que los hombres.

En el estudio, se distinguió entre celos (amenaza o pérdida de logros o de alguna posesión, en una relación, debido a la interferencia de un/a rival) y envidia (respuesta hacia otra persona que posee logros, habilidades o cualidades que uno/a desea, e involucran carencia en comparación con el/la  envidiado/a).

En ambos sexos, las habilidades sociales y el poder social y dominancia fueron las características del rival que provocaron más celos y envidia. Las mujeres se sentían más celosas respecto a otras mujeres a las que consideraban atractivas físicamente, mientras que sentían envidia de mujeres con poder social y dominancia.  En los hombres, sin embargo, las características del rival no se relacionaron con las diferencias individuales en competición intrasexual.

Continuamos con nuestra investigación e insertamos en Google “rivalidad masculina en el trabajo” y encontramos un artículo de 2006 de la BBC que habla de que en parejas heterosexuales la rivalidad masculina hacia machos dominantes se acentúa cuando la mujer está ovulando.  El resto de resultados que aparecen hablan de rivalidad femenina, hacen referencia al artículo de la competición intrasexual o son irrelevantes para nuestro objetivo, así que modificamos la búsqueda esperando tener más suerte esta vez: “rivalidad hombres en el trabajo”. En primer lugar aparece un artículo llamado Rivalidad entre colegas” en el que no se menciona ningún dato o artículo ni diferencia entre hombres  y mujeres.

¿Podríamos concluir entonces que la rivalidad ente hombres en el trabajo no existe y que, por contra, la rivalidad entre mujeres en el trabajo es un fenómeno significativo?  No. Tras esta “microinvestigación”, concluimos que hay que tener cuidado con lo que leemos, y también con lo que no leemos, y que no es psicología (ciencia) todo lo que lo parece. No es psicologia todo lo que lo parece

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