Estoy perdida ¿necesito ayuda psicológica?

¿Qué debes saber a la hora de plantearte ir a un/a  psicólogo/a? ¿En qué consiste una intervención psicológica?

Nadie acude a un/a profesional de la psicología por capricho, eso está claro. Pero hay algunos factores que son importantes para que la terapia tenga éxito, y que si estás pensando en ir a una consulta debes conocer y plantearte:

  •  La primera es tener la motivación necesaria para ello, y decimos motivación por no decir problema. Cambiar no es fácil, y exige un esfuerzo importante, por eso ser consciente de los problemas que te está causando tu conducta actual es un factor importante que te dará un motivo para hacer ese esfuerzo.
  •  Un aspecto relacionado con esto son las circunstancias vitales de cada un@: hay personas que se pueden permitir unos niveles de malestar y otras personas otros.  De eso dependerá tu valoración sobre si necesitas acudir a una/un profesional o no.  Por ejemplo, si las personas de tu entorno te comentan que es difícil discutir contigo porque tu comportamiento es agresivo, pero tú no estás de acuerdo o no te identificas con sus críticas, dependerá de las amistades/relaciones que estés dispuest@ a perder por ese motivo o tu capacidad para sentirte bien sin tener amistades  para que valores pedir ayuda.
  •  Otra condición, es tener, aunque sea una ligera idea, de qué es lo que quieres conseguir. Una vez en consulta ya se perfilará más esa idea, o se verá si es realista o no. Pero es necesario saber hacia dónde nos dirigimos, cuál es la meta, cuál es el objetivo.

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  • Otra cosa importante que debes saber, es que una terapia, tratamiento o intervención psicológica no consiste en hablar y desahogarte. Puntualmente un desahogo puede formar parte de la intervención, pero no es el objetivo, puesto que una intervención psicológica consiste en  la aplicación de principios y técnicas psicológicos  por parte de un/a profesional acreditad@ con el fin de ayudar a otras personas a comprender sus problemas, a reducir o superar estos, a prevenir la ocurrencia de los mismos y/o a mejorar las capacidades personales o relaciones de las personas aun en ausencia de problemas.  Por lo tanto, es necesario distinguir lo que es relevante y lo que no para la intervención psicológica, y además de hablar, es necesario reflexionar, cuestionar, hacer, etc.  ¿Qué quiere decir esto? Que es necesario una participación activa por parte del/de la paciente  y que el terapeuta “dirige” la conversación cuando deriva hacia terrenos no pertinentes para la terapia.
  •  Y por último, pero no menos importante, es el/la terapeuta y la relación con ella/él. Es importante que sea una persona que te transmita confianza, fiabilidad,  y con la que haya una comunicación fluída y haya una buena conexión. Esa conexión puede establecerse en cinco minutos, en una hora o en 3 sesiones. Si en 3 sesiones no te sientes cómoda con el/la terapeuta, díselo, y busca otro/a profesional. No con todas las personas tenemos buena conexión y eso no es culpa de nadie, es un hecho.  Pero  cuidado, si ningún/a profesional te parece adecuado: entonces es probable que el problema no sea la relación terapeútica.

 Además de estas cuestiones están, por supuesto, las relacionadas con el pronóstico y la clínica de los trastornos, la escuela del/de la terapeuta, la eficacia demostrada de cada tratamiento para cada trastorno, si tiene perspectiva de género o no,  y otras cuestiones en las que hoy no nos vamos a extender.

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