Cuando en nuestra infancia no hemos recibido amor incondicional, hemos aprendido que con ser nosotras, no es suficiente para que nos quieran y que tenemos que hacer algo más… ser buenas, ser complacientes, ser comprensivas, no hacer cosas que puedan doler a otras personas, que les pueda enfadar, etc. Si a esto le sumamos el haber nacido mujeres en una sociedad machista, que no valora a las mujeres (a no ser que se adapten a las necesidades de los hombres), llueve sobre mojado para muchas de nosotras.
Leer más